El Superior General Hno. Jesús Etayo, con los Hnos. Pascal Ahodegnon y Moisés Martin

estuvieron en Monrovia (Liberia), para visitar, acompañar, rendir homenaje a la Familia Hospitalaria del St. Josephs Catholic Hospital por todo lo que han sufrido con la emergencia y crisis con motivo del Ebola, y reafirmar que el espiritu de la insitución es pernecacer junto al vulnerable y al que sufre, siendo esa “nuestra manera de ser iglesia, estando junto al enfermo”.

El sábado dia 11 de marzo, en el Hospital se celebró una Eucaristía festiva, teniendo presentes a los patronos de la Orden Hospitalaria, San Juan de Dios y del Hospital, San José, para bajo su protección seguir acompañando, desde el servicio de la misericordia al pueblo liberiano.

Se ha querido perpetuar el recuerdo de Hermanos, Hermana y Colaboradores fallecidos durante el Ebola, con un momuento que se inauguró y bendijó al terminar la celebración de la eucaristia.

En la visita al consultorio del Hospital de New Kru Town se conoció otra zona afectada por la realidad carencial de los servicios primarios de salud, y el trabajo que se está haciendo por medio de ese servicio comunitario para ir logrando su mejora y desarrollo.

El Superior General y acompañantes quisieron encontarse con el Hno. Director del Hospital, el Superior Provincial, con Juan Ciudad ONGD, con el fin de poner en común todas las actividades de Coperación Internacional del Hospital y su ámbito de misión, y agradecer y seguir impulsando esta tarea y  coordinación.

También se reunió con el Equipo Directivo del Hospital tras visitar a todas las instalaciones del Centro. Previamente a este encuentro, junto con toda la Comunidad, tras la celebración de la Eucaristía se dirijieron al cementerio donde reposan los restos de la Hna. Chantal y el Hno. George, y donde con otro monumento se recuerda a los Hnos. Miguel, Patrik y los Colaboradores fallecidos durante la epidemia del Ebola.

La delegación realizó varias visitas fuera de las estructuras del Catholic Hospital; a una Misión creada en 2003 de acogida a 50 huerfanos, que está atendida por un grupo de Franciscanos Laicos, que además tiene una escuela para 400 niños. Los Hermanos se relacionan a menudo con ellos y comparten donaciones que les llegan en los contendedores y al Nuncio Apostolico que vivió muy de cerca y en contacto con la Curia General y el Centro, toda la situacion de Emergencia durante el Ebola.